Ante la mirada de varios testigos, un hombre desconocido se paró de su lugar y le disparó a otro de los pasajeros hasta acabar con su vida.
A las 17:20 horas se reportó la ejecución de un hombre en el transporte público, dejando a múltiples testigos que iban de pasajeros en la misma unidad. Los hechos sucedieron casi terminando la jornada laboral del jueves 16 de marzo, un día particularmente caluroso dentro de una semana con lluvia, viento y bajas temperaturas.
Luego de recibir el reporte, los uniformados ingresaron al vehículo donde encontraron a la víctima sin signos de vida, pues fue acribillado con 3 balazos. Según los testimonios de los demás pasajeros, el agresor también se transportaba en el mismo camión y fue a la altura de la avenida Chapultepec con cruce con la calle Paraíso.
Las autoridades detuvieron la circulación para limitar la escena del crimen, esto desató un caos en la vialidad. En cuanto a la información difundida sobre el caso, la víctima sigue sin ser identificada y contaba con heridas de bala en el tórax, la cabeza y los brazos. Además, los testimonios aseguran que el atacante huyó del lugar luego de la ejecución.
Este caso destaca por la indiferencia del ejecutor de ser visto al cometer el homicidio, ¿qué lo habrá orillado para llegar a este punto? ¿Cómo se relacionan la víctima y su ejecutor? ¿Es sólo un “ajuste de cuentas” del crimen organizado?
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